Autor: oreixa

  • Rallye Suecia 2005

    Solberg, con autoridad.

    Texto: Oscar Reixa, fotos servicio de prensa de marcas.

    Tras el Montecarlo, el mundial recalaba en la segunda cita atípica del año, lejos de la mayoría de los rallyes de tierra o de asfalto, el de Suecia se distingue por la nieve. Los tramos puede discurrir tanto por caminos nevados como sobre lagos helados, dando al rallye una magia especial.

    Para mantenerse en la trazada se usan unos neumáticos muy estrechos y claveteados, haciendo que el pilotaje tenga más que ver con el malabarismo que con la trayectoria precisa.

    Este año la nieve no fue muy abundante y aunque presente, no permitía que se formasen los habituales snowbanks, o muros de nieve que situados en las cunetas, permiten a los pilotos realizar apoyos en los mismos aumentando la velocidad y la espectacularidad.

    La victoria fue para el noruego de Subaru, aunque no fue una victoria fácil ya que tuvo que pelear duro desde el primer tramo. Solberg empezaba fuerte ganando los dos primeros tramos, seguido de Loeb. En la tercera plaza veíamos a un sorprendente Carlsson quien con el tercer Peugeot oficial se situaba por delante de sus compañeros de equipo.

    A destacar también los tiempos de Paasonen con el Skoda y Galli con el Mitsubishi, que se situaban justo por detrás de Gronholm, cuarto.

    Gronholm reaccionaba en el tercer tramo y aprovechándose de un problema de suspensiones de Solberg se hacía con el liderato de la prueba. No sólo Solberg tuvo problemas en ese tramo, ya que una piedra se interpuso en el camino de Kresta, Hirvonen, Carlsson y Sholberg.

    Tras Gronholm se situaba Loeb a una décima de segundo, mientras que Solberg retrocedía hasta la tercera plaza separado sólo dos décimas del líder. Más emoción, imposible. Galli seguía sorprendiendo con su buen andar y era cuarto a 13 segundos de la cabeza, mientras que Martin era quinto a 18 segundos.

    En el cuarto tramo, Gronholm se imponía de nuevo, mientras que Loeb cometía un error que lo llevaba a la cuarta plaza, cediendo la tercera a Galli quien marcaba el segundo scratch. En el siguiente tramo Loeb reaccionaba y se hacía con la victoria seguido de Paasonen con el Skoda. Definitivamente este rallye no parecía el rallye de las estrellas oficiales.

    Solberg recuperaba un puesto situándose a 3 segundos de Gronholm, Loeb era tercero a 15, mientras que Galli era cuarto, por delante de un decepcionante Duval.

    En el tramo sexto, Galli lo conseguía y marcaba el scratch, para finalizar el día en cuarta plaza. Solberg achuchaba a Gronholm, situándose a 2 décimas, mientras que Loeb acechaba desde la tercera plaza a 10 segundos del líder.

    El segundo día amaneció con la respuesta de Loeb, quien intentaba no perder el ritmo de cabeza, seguido por su compañero Duval. Al final del primer bucle Solberg recuperaba el liderato con 6 segundos de ventaja sobre Gronholm y 12 sobre Loeb. Por detrás Galli cedía el cuarto puesto y era superado por Duval y Martin.

    En el tramo 10, Duval se salía, pinchaba y perdía más de 5 minutos en el lance así como toda opción a una buena clasificación final. Pero los problemas no llegaban solos a la marca de los chevrones, ya que Loeb veía como su motor perdía rendimiento al final de la jornada.

    La etapa finalizaba con Solberg líder, con una ventaja de 12 segundos sobre Gronholm, que viendo el ritmo al que se llevaba disputado el rallye podría parecer hasta cómoda. Tercero era Loeb a 33 segundos mientras que Martin se aprovechaba del río revuelto y era cuarto a casi dos minutos de líder. Gardemeister también se beneficiaba de los abandonos y problemas, siendo quinto a casi tres minutos.

    Solberg no cedía en su empeño y comenzaba la tercera etapa ganado de 4 décimas a Gronholm, Loeb seguía con problemas y era finalizaba el tramo en la décimo segunda plaza, aunque mantenía la tercera posición en la clasificación.

    Martin era cuarto mientras que Gardemeister era quinto y Rovanpera se aupaba hasta la sexta plaza.

    En el tramo 16, Gronholm se salía viéndose obligado al abandono, Martin marcaba el scratch y se hacía con un puesto de podium. A falta de dos tramos para finalizar, el motor de Loeb decía basta y se veía abocado al abandono.

    El rallye fue una merecida victoria de Solberg, Martin defendió el honor de Peugeot, mientras que el gran beneficiado fue Gardemeister quien, al finalizar tercero se situaba líder del Mundial, dando a Ford también el liderato en marcas.

    Es de destacar la actuación de Galli, quien junto a Rovanpera daban unos buenos puntos a Mitsubishi, situando a la marca nipona en la segunda plaza empatada con Peugeot, algo que hacía años que no sucedía.

    El relevo generacional en el Mundial es ya una realidad, durante el rallye vimos nombres nuevos ganando tramos, algo que sin duda es bueno para la especialidad.

    Mundial de Producción.

    Suecia era la primera prueba del Mundial de Producción o Gr.N, Arai con el Subaru oficial no tuvo rivales y se llevó el rallye de calle. Higgins (Subaru) fue segundo hasta que sufrió una salida de pista que le llevó al abandono, la plaza fue heredada por el finlandés Teiskonen aunque al final del rallye se rompía el motor y abandonaba. Medeghini (Mitsubishi) era segundo, seguido por Frisiero (Subaru).

    El español Pons (Mitsubishi), no tenía demasiada suerte ya que en el primer tramo arrancaba una rueda y se veía obligado al abandono. Posteriormente optó por acogerse al sistema SuperRallye y aunque era penalizado 5 minutos por cada tramo no disputado en el día, podía continuar el rallye al día siguiente. Al final y gracias a los pocos rivales presentes en la prueba lograba finalizar cuarto en la categoría.

    El andorrano Ferrán Font (Mitsubishi) participaba fuera del Mundial de Producción y finalizaba noveno absoluto de Gr.N , mezclado en los siempre veloces pilotos locales.

  • Rallye MonteCarlo 2005

    ¿Crisis? ¿Qué Crisis?

    Texto Oscar Reixa, fotos servicios de prensa de la marcas.

    Está de moda hablar de la crisis del Mundial. El anuncio del Grupo PSA de que a finales de este año sus dos marcas (Peugeot y Citroën) abandonarán la competición, la retirada de uno de los últimos grandes (Sainz), los saldos de los bacquets oficiales y los cambios de rumbo de la normativa indican que no vivimos los mejores tiempos.

    Pero el show debe continuar y una vez más el circo del Mundial se ponía en marcha en el Principado de Mónaco con el Rallye de Montecarlo, una de las pruebas más conocidas y que todos los equipos y pilotos esperan ganar al menos una vez.

    Atrás quedaron los Montecarlo de cientos de participantes partiendo de varias ciudades a la vez. Cada año que pasa la lista de inscritos es menor, y en esta ocasión la barrera se quedó en 34 equipos participantes, si a ello sumamos la reducción de tramos (15) y su agrupamiento en la zona más cercana a Mónaco podemos afirmar que el rallye comienza a parecer una caricatura de si mismo.

    Que haya sido más corto no influye en su dureza y a pesar de que la presencia de nieve fue escasa, el Monte se cobró más de una víctima en forma de accidente y consiguiente abandono.

    Tras el baile de pilotos y equipos de finales de temporada, muchas eran las novedades, Citroën sustituye a Sainz por Duval, Ford estrena a Gardemeister y Kresta, Subaru cambia a Hirvonen por Sarrazin, Peugeot hace los mismo sentando a Martin en el sitio de Rovanpera quien a su vez pasa a formar equipo con Panizzi en Mitsubishi, mientras que Skoda cuenta con Schwarz y Bengue.

    Además de los cambios de pilotos, Peugeot y Mitsubishi estrenaban gomas Pirelli.

    A pesar de tanto cambio, todo parecía igual al 2004, Loeb empezó ganando seguido por Duval y demostrando que de momento el Xsara sigue siendo el más competitivo, ya que el coche no había recibido ningún cambio respecto a la temporada pasada.

    Gronholm mantenía el tipo a pesar de las escasas prestaciones de las gomas italianas sobre el asfalto seco y finalizaba el primer día en la tercera plaza pero a un minuto del francés. Entre ambos se situaba Duval, presagiando un doblete para la marca de los chevrones. Solberg era cuarto acusando problemas de frenos, mientras que Gardemeister era quinto y Martin no se encontraba cómodo con el nuevo coche y los nuevos neumáticos y rodaba sexto. Sorprendía ver a Didier Auriol dando guerra con un vetusto 206 WRC privado con el que se situaba séptimo por delante de unos cuantos pilotos oficiales.

    En la segunda etapa vimos más de lo mismo, Loeb seguía intratable y sólo se le acercaba Duval, el resto se distanciaba cada vez más. Hasta que en el segundo tramo del día Duval cometía un error y se salía aparatosamente. Sarrazin se salía en el mismo tramo. En el siguiente le tocaba a Schwarz quien cometía otro error que lo hacía volcar y Auriol veía como su motor cedía por problemas de temperatura.

    Loeb se hizo con todos los scratchs del día salvo en el cuarto tramo donde Panizzi le daba a Mitsubishi una victoria en un tramo, algo que llevaban tres años sin saborear.
    La jornada finalizaba con un Loeb firmemente asentado en el liderato, seguido de Gronholm, Gardemeister y Solberg, seriamente distanciados, a casi dos minutos el más cercano. Panizzi se beneficiaba de los abandonos y era quinto, seguido de Martin y Rovanpera.

    La tercera jornada empezó con el ataque de Solberg, quien se hacía con los dos primeros scratchs hasta que en el paso por el Turini, la nieve echada por los espectadores, provocó su salida de pista y abandono. Gronholmn también sufrió los efectos de la nieve aunque pudo llegar al parque de trabajo en tres ruedas.

    Los accidentes beneficiaron al resto, ya que Gardemeister heredaba la segunda plaza final y Panizzi la tercera, dándole un resultado a la marca japonesa que necesitaba como agua de mayo. En la cuarta plaza se situaba Martin, mientras que Gronholm conseguía finalizar en la quinta.

    Citroën también en el Junior.

    El piloto protegido de Colin McRae, Kris Meeke se hizo con la victoria en el Mundial Junior, dando el primer triunfo del C2 a la marca francesa. Empezaron mandando los Suzuki, con el campeón de 2004, Anderson encabezando la prueba, hasta que en la segunda jornada se salía, dejando la primer plaza a su compañero de equipo Katajamaki, quien se veía perseguido por Meeke. El británico apretó de lo lindo en el último día consiguiendo superar al finlandés obteniendo la victoria final.

    Los españoles.

    En Montecarlo había dos pilotos españoles, Xavi Pons hacía equipo con Didier Auriol con un 206 WRC, su rallye empezó con un susto en el que golpeaba de frente el coche rompiendo la rótula de la dirección y viéndose obligado a realizar una reparación de urgencia.
    Hizo un rallye a su ritmo descubriendo el coche y mezclándose en la pelea con pilotos con más experiencia como Stohl o Warmbold, en el tramo 14 sufrió los mismos problemas de temperatura que Auriol y abandonaba.

    El otro español era Daniel Sordo, quien competía con un C2 en el Mundial Junior. El piloto protegido de Carlos Sainz, que hace equipo con el protegido de McRae, empezó con problemas de frenos, que le hacían perder casi 3 minutos con la cabeza. A partir de ese momento comenzó su remontada en la que llegó a marcar un par de scratchs, logrando finalizar en la cuarta plaza.

  • Mar Adentro

    Praia das Furnas

    En ese sitio fue donde Ramón Sampedro tuvo el accidente que lo dejó parapléjico. La foto fue hecha unas horas antes de la entrega de los Oscar. Sirva como homenaje a Sampedro.

  • Resumen Campeonato de España de Rallyes 2004

    Fotos © Oscar Reixa. Galería completa en www.pressboxes.info

    El Campeonato de España de Rallyes 2004 se recordará como uno de los más disputados de la historia, tanto por la cantidad como por la calidad de sus participantes. Contando con una inscripción excelente, cada prueba enfrentaba a no menos de 10 posibles candidatos a la victoria, algo que hacía mucho tiempo que no se veía en el Campeonato.

    Tristemente, el 2004, también será recordado por el año de los accidentes, siendo el más grave el sufrido por José Piñón en el Rallye de Avilés.

    Se impone una reflexión por parte de todos los implicados en el Campeonato, desde la Federación a los organizadores, es necesario aumentar la seguridad y no sólo poniendo vallas en las cunetas. Los trazados deben ajustarse, las velocidades medias contenerse y las organizaciones ser lo más profesionales posibles, la diseminación geográfica del campeonato no debe hacerse expensas de la seguridad y el espectáculo, no se debería permitir el lujo de perder organizaciones modélicas a cualquier precio.

    En el terreno puramente deportivo, fue el año de Renault y Peugeot, la primera se llevaba el título de pilotos y la segunda el de marcas.

    Alberto Hevia, el piloto oficial de Renault España se hacía con el título, siendo el primer piloto asturiano en lograrlo. Cuatro rotundas victorias marcan su temporada que se vio enturbiada por el fuerte accidente sufrido en Canarias. Piñón, compañero de equipo sólo pudo disputar la mitad de la temporada, ya que el grave accidente sufrido en Avilés lo apartó de la competición, hasta ese momento era líder del Campeonato.

    Peugeot alineaba 3 206 Super1600, a los mandos de Ojeda, Vinyes y del ganador del Desafío 2003, De Miguel. El esfuerzo de contar con tres coches y los dividendos del Desafío Peugeot sirvieron para que la marca se hiciese con el título.

    Vinyes, segundo clasificado y con dos victorias en su haber, fue quien más cerca estuvo del título, mientras que Ojeda (tercer clasificado), quien tuvo un inicio de temporada muy bueno con otras dos victorias, veía como su temporada se torcía y tras su accidente de Avilés pareció perder fuelle en la recta final. De Miguel (séptimo clasificado) realizó una buena temporada, descubriendo la conducción de un Super1600. El Desafío Peugeot fue para Vidal, quien tras varios años quedándose a las puertas, cumplía con el objetivo.

    En general, el equipo Peugeot, padeció una excesiva rivalidad entre sus pilotos titulares, que los llevó a una pelea extrema en la que la perjudicada siempre fue la marca.

    La tercera marca clasificada fue Citroën, tras una temporada 2003 en la que Fuster arrasaba con el Saxo Kit Car, la marca de los chevrones repetía piloto aunque para la ocasión estrenaban un C2 ya dentro de las especificaciones Super1600. El alicantino nunca estuvo a la altura de lo esperado, confirmándose las dudas de que el título de 2003 lo ganó el coche y no el piloto. A mitad de temporada, la marca decidía prescindir de los servicios de Fuster para confiar la unidad oficial a Sordo (quinto clasificado) quien siempre se mostró más rápido que Fuster y firmó un final de temporada apoteósico ganado las dos últimas pruebas con rotundidad.
    Citroën dio apoyo a Concepción (décimo clasificado) quien corrió el final de la temporada con un C2 Super1600. Cabo (noveno clasificado) compitió con un ya vetusto Saxo Super1600. Ambos pilotos realizaron una temporada discreta.

    La siguiente marca clasificada en el Campeonato fue Mitsubishi, se hicieron con el título de Grupo N, que casi era una copa de promoción de la marca, gracias a Burgo. El equipo oficial estuvo formado por Méndez y Rueda, aunque la lucha por ser el Mitsubishi más rápido la tuvieron Burgo, Conde y Delgado.

    La marca italiana Fiat se presentó con un equipo con dos pilotos oficiales, a Vallejo (cuarto clasificado) se le unía Rantur, a mitad de temporada se presentaba el privado Blach que contaba con cierto apoyo de Fiat.

    Vallejo demostró que cuando las condiciones son difíciles y las manos del piloto lo que más cuentan, es el hombre más rápido del campeonato. Además de luchar contra sus rivales tuvo que luchar contra un equipo que en ciertos momentos no supieron estar a la altura, desaprovechando oportunidades de una forma que ni los pilotos ni la marca merecieron.

    Rantur realizó una temporada muy modesta en la que nunca fue capaz de seguir el ritmo de su compañero de equipo, de hecho y a falta de dos carreras para finalizar la temporada, la marca y el piloto decidían rescindir su contrato de mutuo acuerdo

  • Rallye de Ferrol 2004

    Fotos © Oscar Reixa. Galería completa en www.pressboxes.info

    Tras el Rallye de Madrid, Ferrol demostró lo que era capaz a nivel organizativo y mostró su apuesta por una prueba del Nacional. La organización estuvo por encima de muchas pruebas actuales del Nacional y ello fue recompensado por la gran respuesta de público, como viene siendo habitual en todas las pruebas del norte.

    Es el momento de que la Federación reflexione y lejos de buscar pruebas anodinas en lugares donde pasan prácticamente desapercibidas, apueste por organizaciones sólidas apoyadas por la respuesta del público. Pruebas en las que el deporte pueda brillar con todo su esplendor.

    Con el objeto de dar apoyo al organizador y conocer el rallye, nos encontramos con Alberto Hevia en las labores de 00, así como a Vallejo probando un Punto de la Copa portuguesa, a Ojeda corriendo con un 206 del Desafío o a Pedro Burgo con su Evo habitual.

    La victoria fue para Burgo, mientras que el segundo clasificado fue Bamarti con Mitsubishi Evo y tercero Rico con el C2 del Trofeo. Vallejo ocupó la tercera plaza del rallye hasta que en el último tramo la caja de cambios del Punto cedió.

  • Rallye de Madrid-La Alcarria 2004

    Fotos © Oscar Reixa. Galería completa en www.pressboxes.info

    El Campeonato de Rallyes de Asfalto 2004 llegaba a su fin con la disputa del Rallye de Madrid. Al rallye de la capital llegaban todos los campeonatos decididos con la excepción del Trofeo C2.

    Los organizadores plantearon un rallye centrado en los alrededores de Guadalajara ya que todos los tramos y parque de trabajo se encontraban en la localidad manchega, en Madrid sólo se realizó una salida ceremonial y la entrega de premios en el podium final.

    El rallye no gustó a nadie ya que los tramos elegidos eran demasiado rápidos, en ocasiones se superaron medias de 140 km/h. No deja de resultar extraño que en un rallye en el que la Federación forma parte del comité organizador suceda algo así, en los tiempos como los que corren en los que se busca ante todo la seguridad de público y participantes.

    En lo deportivo Daniel Sordo volvió a convencer, haciéndose con una nueva victoria en el Nacional, sus dotes de pilotaje unidas a contar con unos desarrollos adecuados a los tramos hicieron que estuviese intratable, ganado en 8 de los 12 tramos de la prueba.

    El primer scratch lo firmó Vallejo quien estrenando evolución de motor y sacando a relucir sus dotes al volante se impuso en un tramo muy complicado por las placas de hielo que jalonaban.

    Al final de los tramos de la mañana, Sordo lideraba la prueba con 33 segundos de ventaja sobre Vinyes y 41 sobre Vallejo, Rueda era cuarto y primer Grupo N, mientras que Ojeda era quinto.

    El campeón 2004, Hevia, seguía la consigna de su equipo de acabar la prueba y rodaba en una discreta séptima plaza. En el trofeo C2 Carballido era líder por delante de Monarri y Muñiz.

    Poco cambiaba la clasificación final y tras Sordo, se situó Vinyes, siendo tercero Vallejo, quien marcaba el último scratch del rallye y se imponía por 2 segundos a Ojeda.

    El Grupo N fue para Martínez Conde, quien se beneficiaba de la rotura del cambio de Rueda.

    La victoria en la C2 fue para Monarri, aunque el Trofeo se lo llevo Carballido, quien fue segundo por delante de Muñiz.

    Clasificación final Campeonato de España de Rallyes 2004, Pilotos
    1. Alberto Hevia
    2. Joan Vinyes
    3. Enrique García Ojeda
    4. Sergio Vallejo
    5. Daniel Sordo

    Clasificación final Campeonato de España de Rallyes 2004, Marcas
    1. Peugeot
    2. Citroën
    3. Renault
    4. Mitsubishi
    5. Fiat

  • Rallye Costa del Sol 2004

    Fotos © Oscar Reixa. Galería completa en www.pressboxes.info

    Título para Hevia y sorpresa de Sordo para todos.

    El cántabro Daniel Sordo ganaba su segundo rallye del Nacional en Málaga y lo hacía con rotundidad, liderando la prueba desde el segundo tramo. Sordo demostraba que el C2 es un vehículo competitivo y que en buenas manos es capaz de ganar rallyes.

    La carrera se vio marcada por el accidente de Hevia, se salía en el shakedown y su Clio quedaba bastante maltrecho. Renault decidía llevar la unidad de Piñón desde Madrid y el equipo se veía obligado a trabajar toda la noche montando el Clio.

    Con el título prácticamente decidido a favor del asturiano de Renault, a Vinyes sólo le valía la victoria y como tal salía al rallye. El andorrano se hacía con el primer scratch del rally, Sordo enseñaba los dientes y era segundo a 4 décimas del de Peugeot.

    En el segundo tramo, Sordo asumía un liderato que no abandonaría hasta el final de la prueba. La primera sección finalizaba con Vinyes a 2,4 segundos de Sordo y Ojeda a 9,1 del líder. Vallejo, que estrenaba un nuevo motor, era cuarto sufriendo grandes problemas con unos neumáticos que se degradaban en exceso. Al final de la segunda sección la situación no variaba, Hevia, que no se encontraba cómodo con el coche, había empezado a remontar y era sexto.

    En el séptimo tramo, Hevia sufría un pinchazo que le costaba 5 minutos y sus opciones a un buen resultado, en ese momento su título peligraba ya que si Vinyes ganaba el rallye tendrían que dirimirlo en Madrid.

    Sordo seguía liderando el rallye y tras una tercera sección accidentada en la se neutralizaron los dos tramos, la prueba se convirtió en un trámite de dos tramos, en los que el cántabro se volvió imponer a sus rivales, rubricando la actuación con una victoria más que merecida.

    En el Grupo N, la lucha fue entre el local Manuel Rueda y Martínez Conde, Pedro Burgo, consciente de que tenía que acabar la prueba para proclamarse matemáticamente campeón, se lo tomó con calma no entrando en la gresca.

    El Desafío Peugeot disputaba su última prueba con el título ya en poder de Amador Vidal, la victoria se la llevó Colldecarrera, siendo segundo Marc Gutiérrez y tercero Esteban Vallín. Vidal se hizo con el título mientras que Colldecarrera fue segundo y Vallin tercero en la clasificación final.

    César Raba se impuso en el Trofeo C2, siendo segundo Vicente Cabanes y tercero Jordi Palomeras. Rico empezó mandando en la prueba, pero un salida de carretera cortó sus aspiraciones. El Trofeo C2 finalizará en el Rallye de Madrid, donde Daniel Balasch partirá como favorito a la victoria.

  • Rallye de Llanes 2004

    Fotos © Oscar Reixa. Galería completa en www.pressboxes.info

    El Rallye de Llanes, siempre ha sido un clásico del calendario nacional, tras un año de reflexión, volvía a recuperar la puntuabilidad.

    La escudería de Llanes ponía toda la carne en el asador para sacar adelante la prueba, llegando a adoptar el formato que parece que será obligatorio en 2005, con 4 tramos diferentes a dos pasadas, sumando un total de 8 especiales. Una cantidad a todas luces escasa que llena de tiempos muertos el discurrir de la prueba, rompiendo el ritmo de los participantes.

    Una vez más, y máxime en Asturias, Hevia partía como favorito, aunque ninguno de sus habituales rivales parecía estar dispuesto a tirar la toalla antes de la pelea. La elección de neumáticos fue decisiva en el resultado ya que los pilotos tenían que realizar un tramo seco y otro mojado con el mismo juego de neumáticos. Vinyes arriesgó y acertó, llevándose a la postre la victoria, frente a un Hevia que se mostraba cauto, pensando quizá más en el Campeonato que en el Rallye.

    Cuando las condiciones fueron más difíciles, Vallejo brilló con luz propia, demostrando que cuando se trata de habilidad al volante no tiene rivales. El lucense llegó a situarse líder de la carrera con el Fiat Punto falto de evolución.

    Ojeda intentaba mezclarse en la lucha por el pódium, pero cometía un error que le obligaba abandonar, perdiendo de esta forma todas sus opciones en el Campeonato. Sordo se acercaba por detrás manteniendo un gran duelo con Vallejo por la tercera plaza, al final el gallego imponía su ley y se hacía con la tercera plaza.

    La quinta plaza fue para Cabo, quien con el Saxo S1600 realizó una buena carrera, siempre por encima de su ya vetusto Saxo.

    El Gr.N se lo llevó Pedro Burgo, aunque no pudo proclamarse matemáticamente campeón, con lo que deberá acudir a Málaga para cantar el alirón.

    El Desafío Peugeot fue para Esteban Vallín, mientras que la Copa C2 se la llevó Carballido.

    La próxima prueba será el Rallye Costa del Sol a celebrar en Málaga, allí pueden decidirse tanto el título absoluto a favor de Hevia como el de Gr.N a favor de Burgo.

  • Rallye Principe de Asturias 2004

    Fotos © Oscar Reixa. Galería completa en www.pressboxes.info

    La mítica prueba asturiana retomaba su puntuabilidad para la Copa de Europa y con ella retomaba la estructura de dos días de competición: sábado y domingo.

    Alberto Hevia corría en casa y tras lo visto en el Rallye de Avilés partía como máximo favorito a la victoria. El piloto de Pola de Siero no defraudaba con las expectativas y se imponía con rotundidad en la prueba.

    Ojeda se clasificó en segunda posición en una lucha cerrada con Sergio Vallejo, quien de no ser por el error del equipo en la elección de neumáticos del primer bucle, bien podría haberse impuesto al cántabro.

    Santi Concepción rodaba por primera vez con el Citroen C2 Super1600, demostrando una rápida adaptación al vehículo, finalizando cuarto, siendo el único C2 que lograba finalizar el rallye.

    El lucense Burgo finalizaba se hacía con la victoria en el Grupo N a la vez que redondeaba el resultado con un excelente quinto puesto absoluto.

    Por el camino quedaban los dos C2 oficiales de Sordo y Fuster, ambos por salida de carretera, así como el 206 de Vinyes a quien un fallo en la bomba de la gasolina lo dejaba sin opciones de continuar.

    En el Desafío Peugeot, se impuso Vallin, seguido de Colldecarrera y Vidal, resultado que permitía a Vidal proclamarse matemáticamente ganador del la copa de promoción de Peugeot.

    El Trofeo Citroën C2 fue para el gallego Rico, seguido de Balasch y Cabanes.

    La próxima prueba del Campeonato se celebrará en la localidad asturiana de Llanes, y de nuevo Hevia es el favorito a la victoria, hecho que de producirse puede suponer el espaldarazo definitivo a su lucha por el título.

  • Rallye de Avilés 2004

    Fotos © Oscar Reixa. Galería completa en www.pressboxes.info

    El Rallye de Avilés siempre se ha caracterizado por ser un rallye muy difícil. Con unos tramos que patinan en seco, cuando caen unas gotas se convierten en verdaderas pistas de patinaje. Y como no podía ser de otra forma, la lluvia hizo acto de presencia a lo largo de la prueba, planteando verdaderos quebraderos de cabeza a los pilotos en el momento de elegir los neumáticos, ya que al tener que elegir un tipo de goma con el que realizar tres tramos distintos en alguno de ellos tendrían que correr con las ruedas equivocadas.

    Prueba de la dureza y las condiciones de la prueba fueron los numerosos accidentes que se produjeron, destacando la grave salida de pista que sufrió José Piñón.

    Como ya viene siendo habitual en los últimos rallyes, Hevia atacaba a fondo marcando los dos primeros scratchs de la prueba. El junior de Mitsubishi, Rueda estrenaba la lista de abandonos ya en el primer tramo. Ojeda se salía en el segundo, golpeando fuertemente contra un talud, su copiloto, Raquel Fernández, debería ser hospitalizada con varias lesiones. En el siguiente tramo el oficial de Fiat, Rantur, se salía dando varias vueltas de campana.

    En estas circunstancias finalizaba el primer bucle con una clasificación poco habitual, ya que el líder de la prueba era Cabo quien no se encontraba la carretera tan mojada como los primeros en salir al tramo, seguido de Vinyes, Méndez y Vallejo, siendo Hevia quinto a 8 segundos del líder.

    En el tramo cuatro las condiciones volvían a ser muy complicadas y José Piñón no pudo controlar su Clio el cual impactaba lateralmente contra un árbol, golpeándose en la cara ya que la violencia del golpe rompía su casco. El grave accidente del piloto de Renault puso en evidencia la frágil seguridad del rallye, el piloto estuvo 20 minutos inconsciente dentro del coche sin recibir asistencia y el sistema GPS de aviso de emergencias que montan los coches oficiales no funcionó en ninguno de ellos. Este accidente debería servir como punto de inflexión y obligar a reflexionar tanto a federaciones como organizaciones sobre la mejora de la seguridad de pilotos y espectadores.

    Tras el accidente de Piñón el rallye fue otro, con todo el mundo pendiente de las noticias que llegaban sobre el estado del piloto. Vallejo que paró y atendió tanto a Ojeda como a Piñón, se mostraba muy afectado por lo sucedido, situación que se reflejaba en su crono del tramo quinto.

    El segundo bucle finalizaba con Hevia de nuevo en cabeza, seguido de Vinyes a 5 segundos, Sordo a 18 y Vallejo a 19 segundos.

    En el tramo séptimo Hevia rompía el soporte del motor cediendo el liderato a un Vinyes que marcaba el scratch con las ruedas adecuadas, aunque la alegría le duraba poco ya que en el tramo octavo, el más largo del rallye, Vallejo marcaba el scratch. Hevia recuperaba el liderato, siendo Vinyes segundo y Vallejo tercero.

    En ese momento quedaban dos tramos, con la segunda pasada por el tramo largo como final del rallye, Vallejo arriesgaba en la monta de ruedas y si bien en el tramo 9 hacía un tiempo discreto, lo compensaba con creces con el tiempo del último tramo, en el que marcaba el segundo scratch. Alcanzando el segundo puesto final.

    En el último tramo se quedaba Fuster quien se salía de la carretera, mientras que Vinyes pinchaba y Sordo heredaba la tercera plaza final.

    La cuarta plaza y el Gr.N fue para el canario Santi Concepción, que sigue a la espera de su C2 Super1600, mientras que Pedro Burgo era quinto y segundo en la categoría de producción, resultado que le permite recuperar el liderato del campeonato.

    El Trofeo C2 se estrenaba en Avilés y allí el gallego Rico se hacía con la prueba con autoridad.