Solberg, con autoridad.

Texto: Oscar Reixa, fotos servicio de prensa de marcas.

Tras el Montecarlo, el mundial recalaba en la segunda cita atípica del año, lejos de la mayoría de los rallyes de tierra o de asfalto, el de Suecia se distingue por la nieve. Los tramos puede discurrir tanto por caminos nevados como sobre lagos helados, dando al rallye una magia especial.

Para mantenerse en la trazada se usan unos neumáticos muy estrechos y claveteados, haciendo que el pilotaje tenga más que ver con el malabarismo que con la trayectoria precisa.

Este año la nieve no fue muy abundante y aunque presente, no permitía que se formasen los habituales snowbanks, o muros de nieve que situados en las cunetas, permiten a los pilotos realizar apoyos en los mismos aumentando la velocidad y la espectacularidad.

La victoria fue para el noruego de Subaru, aunque no fue una victoria fácil ya que tuvo que pelear duro desde el primer tramo. Solberg empezaba fuerte ganando los dos primeros tramos, seguido de Loeb. En la tercera plaza veíamos a un sorprendente Carlsson quien con el tercer Peugeot oficial se situaba por delante de sus compañeros de equipo.

A destacar también los tiempos de Paasonen con el Skoda y Galli con el Mitsubishi, que se situaban justo por detrás de Gronholm, cuarto.

Gronholm reaccionaba en el tercer tramo y aprovechándose de un problema de suspensiones de Solberg se hacía con el liderato de la prueba. No sólo Solberg tuvo problemas en ese tramo, ya que una piedra se interpuso en el camino de Kresta, Hirvonen, Carlsson y Sholberg.

Tras Gronholm se situaba Loeb a una décima de segundo, mientras que Solberg retrocedía hasta la tercera plaza separado sólo dos décimas del líder. Más emoción, imposible. Galli seguía sorprendiendo con su buen andar y era cuarto a 13 segundos de la cabeza, mientras que Martin era quinto a 18 segundos.

En el cuarto tramo, Gronholm se imponía de nuevo, mientras que Loeb cometía un error que lo llevaba a la cuarta plaza, cediendo la tercera a Galli quien marcaba el segundo scratch. En el siguiente tramo Loeb reaccionaba y se hacía con la victoria seguido de Paasonen con el Skoda. Definitivamente este rallye no parecía el rallye de las estrellas oficiales.

Solberg recuperaba un puesto situándose a 3 segundos de Gronholm, Loeb era tercero a 15, mientras que Galli era cuarto, por delante de un decepcionante Duval.

En el tramo sexto, Galli lo conseguía y marcaba el scratch, para finalizar el día en cuarta plaza. Solberg achuchaba a Gronholm, situándose a 2 décimas, mientras que Loeb acechaba desde la tercera plaza a 10 segundos del líder.

El segundo día amaneció con la respuesta de Loeb, quien intentaba no perder el ritmo de cabeza, seguido por su compañero Duval. Al final del primer bucle Solberg recuperaba el liderato con 6 segundos de ventaja sobre Gronholm y 12 sobre Loeb. Por detrás Galli cedía el cuarto puesto y era superado por Duval y Martin.

En el tramo 10, Duval se salía, pinchaba y perdía más de 5 minutos en el lance así como toda opción a una buena clasificación final. Pero los problemas no llegaban solos a la marca de los chevrones, ya que Loeb veía como su motor perdía rendimiento al final de la jornada.

La etapa finalizaba con Solberg líder, con una ventaja de 12 segundos sobre Gronholm, que viendo el ritmo al que se llevaba disputado el rallye podría parecer hasta cómoda. Tercero era Loeb a 33 segundos mientras que Martin se aprovechaba del río revuelto y era cuarto a casi dos minutos de líder. Gardemeister también se beneficiaba de los abandonos y problemas, siendo quinto a casi tres minutos.

Solberg no cedía en su empeño y comenzaba la tercera etapa ganado de 4 décimas a Gronholm, Loeb seguía con problemas y era finalizaba el tramo en la décimo segunda plaza, aunque mantenía la tercera posición en la clasificación.

Martin era cuarto mientras que Gardemeister era quinto y Rovanpera se aupaba hasta la sexta plaza.

En el tramo 16, Gronholm se salía viéndose obligado al abandono, Martin marcaba el scratch y se hacía con un puesto de podium. A falta de dos tramos para finalizar, el motor de Loeb decía basta y se veía abocado al abandono.

El rallye fue una merecida victoria de Solberg, Martin defendió el honor de Peugeot, mientras que el gran beneficiado fue Gardemeister quien, al finalizar tercero se situaba líder del Mundial, dando a Ford también el liderato en marcas.

Es de destacar la actuación de Galli, quien junto a Rovanpera daban unos buenos puntos a Mitsubishi, situando a la marca nipona en la segunda plaza empatada con Peugeot, algo que hacía años que no sucedía.

El relevo generacional en el Mundial es ya una realidad, durante el rallye vimos nombres nuevos ganando tramos, algo que sin duda es bueno para la especialidad.

Mundial de Producción.

Suecia era la primera prueba del Mundial de Producción o Gr.N, Arai con el Subaru oficial no tuvo rivales y se llevó el rallye de calle. Higgins (Subaru) fue segundo hasta que sufrió una salida de pista que le llevó al abandono, la plaza fue heredada por el finlandés Teiskonen aunque al final del rallye se rompía el motor y abandonaba. Medeghini (Mitsubishi) era segundo, seguido por Frisiero (Subaru).

El español Pons (Mitsubishi), no tenía demasiada suerte ya que en el primer tramo arrancaba una rueda y se veía obligado al abandono. Posteriormente optó por acogerse al sistema SuperRallye y aunque era penalizado 5 minutos por cada tramo no disputado en el día, podía continuar el rallye al día siguiente. Al final y gracias a los pocos rivales presentes en la prueba lograba finalizar cuarto en la categoría.

El andorrano Ferrán Font (Mitsubishi) participaba fuera del Mundial de Producción y finalizaba noveno absoluto de Gr.N , mezclado en los siempre veloces pilotos locales.