¿Crisis? ¿Qué Crisis?

Texto Oscar Reixa, fotos servicios de prensa de la marcas.

Está de moda hablar de la crisis del Mundial. El anuncio del Grupo PSA de que a finales de este año sus dos marcas (Peugeot y Citroën) abandonarán la competición, la retirada de uno de los últimos grandes (Sainz), los saldos de los bacquets oficiales y los cambios de rumbo de la normativa indican que no vivimos los mejores tiempos.

Pero el show debe continuar y una vez más el circo del Mundial se ponía en marcha en el Principado de Mónaco con el Rallye de Montecarlo, una de las pruebas más conocidas y que todos los equipos y pilotos esperan ganar al menos una vez.

Atrás quedaron los Montecarlo de cientos de participantes partiendo de varias ciudades a la vez. Cada año que pasa la lista de inscritos es menor, y en esta ocasión la barrera se quedó en 34 equipos participantes, si a ello sumamos la reducción de tramos (15) y su agrupamiento en la zona más cercana a Mónaco podemos afirmar que el rallye comienza a parecer una caricatura de si mismo.

Que haya sido más corto no influye en su dureza y a pesar de que la presencia de nieve fue escasa, el Monte se cobró más de una víctima en forma de accidente y consiguiente abandono.

Tras el baile de pilotos y equipos de finales de temporada, muchas eran las novedades, Citroën sustituye a Sainz por Duval, Ford estrena a Gardemeister y Kresta, Subaru cambia a Hirvonen por Sarrazin, Peugeot hace los mismo sentando a Martin en el sitio de Rovanpera quien a su vez pasa a formar equipo con Panizzi en Mitsubishi, mientras que Skoda cuenta con Schwarz y Bengue.

Además de los cambios de pilotos, Peugeot y Mitsubishi estrenaban gomas Pirelli.

A pesar de tanto cambio, todo parecía igual al 2004, Loeb empezó ganando seguido por Duval y demostrando que de momento el Xsara sigue siendo el más competitivo, ya que el coche no había recibido ningún cambio respecto a la temporada pasada.

Gronholm mantenía el tipo a pesar de las escasas prestaciones de las gomas italianas sobre el asfalto seco y finalizaba el primer día en la tercera plaza pero a un minuto del francés. Entre ambos se situaba Duval, presagiando un doblete para la marca de los chevrones. Solberg era cuarto acusando problemas de frenos, mientras que Gardemeister era quinto y Martin no se encontraba cómodo con el nuevo coche y los nuevos neumáticos y rodaba sexto. Sorprendía ver a Didier Auriol dando guerra con un vetusto 206 WRC privado con el que se situaba séptimo por delante de unos cuantos pilotos oficiales.

En la segunda etapa vimos más de lo mismo, Loeb seguía intratable y sólo se le acercaba Duval, el resto se distanciaba cada vez más. Hasta que en el segundo tramo del día Duval cometía un error y se salía aparatosamente. Sarrazin se salía en el mismo tramo. En el siguiente le tocaba a Schwarz quien cometía otro error que lo hacía volcar y Auriol veía como su motor cedía por problemas de temperatura.

Loeb se hizo con todos los scratchs del día salvo en el cuarto tramo donde Panizzi le daba a Mitsubishi una victoria en un tramo, algo que llevaban tres años sin saborear.
La jornada finalizaba con un Loeb firmemente asentado en el liderato, seguido de Gronholm, Gardemeister y Solberg, seriamente distanciados, a casi dos minutos el más cercano. Panizzi se beneficiaba de los abandonos y era quinto, seguido de Martin y Rovanpera.

La tercera jornada empezó con el ataque de Solberg, quien se hacía con los dos primeros scratchs hasta que en el paso por el Turini, la nieve echada por los espectadores, provocó su salida de pista y abandono. Gronholmn también sufrió los efectos de la nieve aunque pudo llegar al parque de trabajo en tres ruedas.

Los accidentes beneficiaron al resto, ya que Gardemeister heredaba la segunda plaza final y Panizzi la tercera, dándole un resultado a la marca japonesa que necesitaba como agua de mayo. En la cuarta plaza se situaba Martin, mientras que Gronholm conseguía finalizar en la quinta.

Citroën también en el Junior.

El piloto protegido de Colin McRae, Kris Meeke se hizo con la victoria en el Mundial Junior, dando el primer triunfo del C2 a la marca francesa. Empezaron mandando los Suzuki, con el campeón de 2004, Anderson encabezando la prueba, hasta que en la segunda jornada se salía, dejando la primer plaza a su compañero de equipo Katajamaki, quien se veía perseguido por Meeke. El británico apretó de lo lindo en el último día consiguiendo superar al finlandés obteniendo la victoria final.

Los españoles.

En Montecarlo había dos pilotos españoles, Xavi Pons hacía equipo con Didier Auriol con un 206 WRC, su rallye empezó con un susto en el que golpeaba de frente el coche rompiendo la rótula de la dirección y viéndose obligado a realizar una reparación de urgencia.
Hizo un rallye a su ritmo descubriendo el coche y mezclándose en la pelea con pilotos con más experiencia como Stohl o Warmbold, en el tramo 14 sufrió los mismos problemas de temperatura que Auriol y abandonaba.

El otro español era Daniel Sordo, quien competía con un C2 en el Mundial Junior. El piloto protegido de Carlos Sainz, que hace equipo con el protegido de McRae, empezó con problemas de frenos, que le hacían perder casi 3 minutos con la cabeza. A partir de ese momento comenzó su remontada en la que llegó a marcar un par de scratchs, logrando finalizar en la cuarta plaza.